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ENTRE LINEAS

¡ No pienso volver al médico !

¡ No pienso volver al médico !

Los médicos son como los inspectores de hacienda. Siempre que vas a visitarlos te encuentran alguna cosilla que, a buen seguro, no te va a gustar. No se si es porque quieren justificar su trabajo o para recordarte que tu naturaleza es caduca.

 

Por eso no me gusta ir al médico. Me pone muy nervioso, la verdad. Siempre estoy esperando que me diga que tengo alguna enfermedad innombrable y que, cuando salga de su visita, tenga que ir a encargar la caja de pino y liquidando a mis deudos. Conociéndome de mi angustia por visitar a los galenos, ya voy preparado, es decir, cómo me sé de memoria lo que me va a decir y los remedios que me va a aconsejar para ‘regularme’, me los he aprendido todos y, cuando me dicen, por ejemplo: “No tiene que beber leche ni productos derivados de la leche”, le contesto: “Hace años que no tomo leche, ni unto mantequilla… en el pan”. Eso ya empieza a descolocarles un poco.

 

Hace unos días me tocó ir a la revisión médica rutinaria anual. Ya sé que “lo mío” de toda la vida, es el colesterol y la tensión altos. La verdad es que no cuido esos dos indicadores, los maltrato todo lo que puedo desde hace muchos años para ver si me abandonan. Pero no hay manera, ahí siguen, desde su atalaya recordándome que aunque parezca saludable, tengo mis limitaciones físicas. Así que ya entré preparado en la consulta del médico. Un orondo y joven médico. Después del consiguiente saludo, coge mis análisis de sangre y orina y me dice: “Tienes el colesterol algo alto” (siempre emplean el trato próximo para darte las malas noticias así, piensan que les coges confianza) “¿De veras?” le contestó ingenuamente y con grandes dosis de bobería. “Si. Nada serio, con privarte de comer algunas cosas, se te arregla rápido. Evita las carnes grasas, la mantequilla, los huevos, bollería…” Siempre les dejo soltar la retahíla para que se ganen el sueldo y ya, cuando acaban, es cuando los ‘plancho’ “Es que, doctor (no sé porqué nos empeñamos en llamarles ‘doctores’ si en realidad casi todos son médicos lisos y rasos) casi no como carne, me inflo de verdura, ensaladas y frutas y me encanta el pescado azul. Ah! Y tampoco le pongo ni sal, ni azúcar a lo que como” Cuando termino de darle mi explicación dietética el brillo de triunfo que se ve en mi cara es inversamente proporcional al de contrariedad y fastidio de los galenos. Los dejo sin argumentos profilácticos para curar mis enfermedades… “¿Y ahora qué le digo a éste que ni fuma, ni bebe?” deben pensar y lo peor “¿Qué le receto?”

 

Mientras nos encontrábamos en esta disyuntiva, yo con aire de triunfo y el galeno presa del abatimiento, me dijo: “Bueno, ahora, vendrá Piluca y le acabará de completar la revisión. Ya sabe, le tomará la tensión, le pesará y todo eso…” De golpe y porrazo, sabedor de mi dominio, había pasado al trato consular. A todo esto se abre la puerta y entra la susodicha Piluca… ¡Por Dios, qué ejemplar de hembra! ¡Pero que metro setenta más bien colocado en esa bata que le ajusta perfectamente! Bueno, le ajustaba perfectamente al cuerpo, pero no así al pecho que rebosaba generoso entre los botones abiertos de la vestimenta. La tal Piluca me arremangó la manga (yo fui incapaz de articular palabra o realizar algún movimiento con cierta coherencia) y me colocó la manopla para tomarme la tensión. “¿Qué estás nervioso?” me preguntó “¿Nervioso yoooo ¿? ¡Que va!” “¡¡Uyyy. Pues tienes la tensión por las nubes ¿eh? Tienes que cuidarte!!”

 

 

 

 

 

 

Cuando la enfermera terminó de hacerme todas las pruebas empujando mi tensión hacia algún remoto lugar de la galaxia, el médico me esperaba con una sonrisa que le cruzaba la cara “¿Así qué la tensión alta, eh ¿? Y sin estar nervioso, sin motivos aparentes. Puessssssss, pasa, pasa, que te voy a recetar algo”. Ya estaba. Otra vez, al final, me habían vuelto a ganar la batalla… Salí por la puerta de la consulta abatido. Mientras, desde la puerta, el orondo galeno me despedía con la mejor de sus sonrisitas diciéndome: “Anda muchachote, hasta el año que viene. ¡¡ Y cuídate ¡!”.

13 comentarios

julia -

ers fea

Para Rosier ofreciéndose como buena samaritana -

¿Y por qué no en estos momentos? ¿Y si me estuviera dando un ataque de algo, qué? :-SS

Rosier -

En un momento dado ( y sin que sirva de precedente )... (y aunque no en estos momentos... ) podría hacer de enfermera... ;-D

Para cielodescubierto con sus diagnósticos acertadísimos -

Ah, no!! A mi si me tienen que hacer un estudio genético, que me lo paguen. Estaríamos buenos si me dejo que me toquen los genes gratis y luego negocian con ellos... Y me pregunto yo ¿para qué voy a vigilarme la hipercolesterolemia si lo que quiero es que se vaya? ;-)

Un beso gustativo...

Para unjubilado de corriente alterna -

¡ Como que te voy a dejar compartir mis hallazgos! Amigos somos pero las vacas, a la linde... :-PP

P.S. Peto te doy mi palabra que, en cuanto haya dos o tres, te aviso...

Para monocamy el hombre de hielo -

No tengo remedio monocamy... ¡¡todas me quieren \'gustar\'!! :-O ... por algunas, eso si, me dejo hasta \'saborear\'...

Para goldhans su dedo no es de oro -

Oye ¿si quieres pasar más tiempo con ellos, por qué no vas a verlos y qué te revienten otro miembro? Digo yo... por lo de la competencia digital... jejejejeje

cielodescubierto apostillando ;) -

( Cuando digo que no se te puede sacar es porque te ligas tó, hasta el colesterol... ) :P

cielodescubierto -

Realmente la tensión alta después de ver a la tal enfermera no me asusta, los que os asustáis sois vosotros en cuanto alguna fémina se os acerca... :P jajaja.
Pero lo del colesterol, uhhmm.. con ese historial clínico... ¿ no se les ha ocurrido hacerte algún estudio genético?, lo digo no porque seas un especímen digno de clasificar ( que también :P )sino porque existe la hipercolesterolemia familiar asociada a hipertensión... deberías vigilarte eso. Cachis en la mar, te pasa de todo, nadie lo diría a simple vista con lo güeno que estás :P

Besos, Don Juan... si es que no se te puede sacar ni al médico. :P jeje

unjubilado -

Hace 8 años que no voy al médico; las \\\"coles\\\" en el \\\"Tirol\\\" las tengo bien, la tensión como casi todos a 220 voltios. Pero si me entero que hay una enfermera como la de la imagen, me apuntaré un día si y otro también por si eléctricas en lugar de bajarnos los precios nos baja la tensión.
Saludos

monocamy -

(digo, porque como levantes el central o corazón... no para ni dioXx)

monocamy -

Muy fácil: ve a una consulta donde las enfermeras no te gusten, así en vez de subirte la tensión, acreditarás unos registros de monoc... deee atleta. Eso.

xDDDDDDDD

lalalaa

(goldhands, ese dedo hay que cuidarlo que es el que se usa para hacer autostop :P).

goldhands -

juajuajuajuajuajuajua!!!!

si es que son unos profesionales!

Yo tengo el dedo gordo de la mano derecha, que estoy esperando a que se me caiga, pero no por no ir, por falta de confianza... que vaaa! es para que me tengan mas tiempo con ellos!
:P